“Oblivion” By Babbii – One Shot

domingo, 30 de octubre de 2011

PD: era una fic twc, pero la cambié a la versión que a todas nos encanta ♥_♥


(Tu n) significa =>> (tu nombre)


Narra bill:

Abrí mis ojos, visualizando todo a mi alrededor. La luz del sol se filtraba por la ventana, iluminando todo a su paso, abarcando desde mi pecho hasta mi rostro y pasando por el cuerpo de la persona que se hallaba durmiendo plácidamente a mi lado. Sus cabellos azabaches caían rebeldes sobre una parte de su rostro y su fina espalda.


Quise ir al baño, así que intenté moverme con cuidado para no despertarle, sin resultado.


-Bill?-Me acerqué a su cuerpo, para hacerle saber que estaba ahí, que no me iría- Que vas a hacer?-Interrogó con voz adormilada.


-Nada… Sólo iba a ir al baño- Le quité el mechón de cabello que cubría su belleza, acomodándolo detrás de su oreja, dejándome admirar la belleza que poseía, sus almendrados ojos color cielo, sus labios carnosos, facciones perfectas… Y tenía la fortuna de que todo eso era de mi propiedad.-Eres hermosa, sabes?




Sonrió al momento que se acercó a mí, estirando un brazo sobre mi cintura, aprisionándola. Subí lentamente mi mentón, dejando mi cuello a su completa disposición.


Repartió besos sobre esa área, hasta llegar a mi pecho, en el lugar donde cesaron. Sentía su relajada respiración contra mí, mientras mi mano acariciaba su piel desnuda, desde su cabeza hasta su espalda una y otra vez.


Mantuvimos esa posición por un tiempo más, sintiendo nuestras respiraciones, pausadas pero al mismo tiempo intensas. Hasta que mi vejiga pedía con urgencia ser drenada.


Mes separé sólo unos centímetros de (tu n)- Espera… Tengo que…-Sin siquiera terminar de decir lo que quería hacer, sus brazos se sujetaron más a mi cintura.


Y Clíc en más información para seguir leyendo =)....





-Noo… Quédate-Se subió sobre mi cuerpo, aplastándome con su delgada silueta, la cual estaba cubierta sólo por su ropa interior.




-Pero… (tu n) necesito…




-Noo…-Protestó nuevamente.




-Quieres que deje todo meado? -Apenas eso se separó rápidamente de mí.




-Biiiiiiil… No seas guarro…




-Pero si es la verdad!- Me dirigí sonriente hacia el baño, pero antes de cerrar la puerta, enfoqué mi vista hacia ella, descubriendo que el muy obscena estaba mirando mi trasero, mordiéndose el labio inferior.




Pasados veinte minutos, ya estábamos vestidos, maquillados ~ lo digo por (Tu n) ~ y desayunados-almorzados ~ ya que ya eran las una de la tarde ~. Listos para salir y disfrutar del hermoso día que se presentaba ante nuestro ojos.


_______________________




-Vamos veterano! Alcánzame! -(Tu n) siempre me mofaba de mí por nuestra diferencia de edad, siempre hacía comentarios recordándome que yo era el mayor de los dos, para que me sintiera más viejo de lo que era. Como si fueran muchos años de diferencia! Pff…




-A quién le dices veterano!? Sólo tengo tres años más que tú!… Niña inmadura…- Le grité para que me escuchara, ya que estaba mucho más adelantada que yo.




Estábamos subiendo las escaleras que daban hacia una plaza, ya que parte de la ciudad donde vivimos, específicamente Leipzig, se encontraba abajo y la otra parte, arriba, a la cual se podía llegar por dos caminos: El primero era por un largo camino en ascenso, por donde pasaban los autos y la mayoría de la gente; Y el otro camino era subir la “gran escalera” que estaba generalmente vacía y rodeada de árboles, los que danzaban con el viento cada vez que este los venía a visitar.




-Quien me manda a subir esta mierda…- Susurré para mí. Mientras ella me esperaba en la cima haciendo muecas, movimientos, o sentado esperando que yo suba el largo tramo que me quedaba por escalar.




-Como puede ser que una niña de 18 años te gane en subir una estúpida escalera Bill! Llamo a una ambulancia para que te ayude abuelo?!-Me gritaba la condenada, yo sólo lo ignoraba- No sé cómo te cansas tan rápido!




-Yo no fui la que cansó primero ayer!-Abrió los ojos como platos, su cara se tiñó carmesí y miraba para todos lados verificando que nadie había escuchado eso…




Ni siquiera me preocupé de que alguien escuchara eso… De todos modos, a quién le importa?




Los pocos escalones que me faltaban para llegar, ella se quedó callada como una momia. Jo! Punto para mí.




Al llegar a mi objetivo, rodeé a (Tu n) con mis brazos pegando mi pecho a su espalda ~ ya que esta altura el viento se tornaba más impetuoso ~ y nos apoyamos contra el mirador. Este dejaba a la vista toda la parte baja de Leipzig.




Podíamos ver la casa de los padres de (Tu n) y los míos, la pequeña plaza que está a dos cuadras de nuestra vivienda, el restaurant donde acostumbrábamos ir y muchos lugares más. El sonido de los agitados árboles añadía un ambiente relajante y romántico.




El viento golpeaba nuestros rostros y jugaba con el largo cabello de ella. Nuestras pieles se estremecían y nuestros cuerpos temblaban, por lo que se acurrucaban aún más.




De vez en cuando repartía besos por su cuello, sintiendo la calidad de su cuerpo a través de mis labios.




-Que suerte tuve de conocerte… No sé que hubiera pasado si no lo hubiera hecho… -Ella se mantenía callada, escuchando mi declaración- Quizás mi mente lo ignoraría, pero mi corazón no lo hubiera soportado…nacimos para estar juntos…




-Somos un solo alma…




-No hay duda- Giró sobre sí y rodeó mis hombros con sus delgados brazos.- Te has dado cuenta que muchas veces sabemos lo que le pasa al otro?… Es sorprendente…- Apoyó su cabeza sobre mi pecho- Es como si hubiésemos nacido juntos...




-Si…- Subió su rostro, mirándome fijamente a los ojos-Pero si fuésemos hermanos no podríamos estar juntos…




-No?




-Por dios Bill… Entre familia no se puede…Es peca…




-Por qué no? Si tuviera una hermana como tú, cometería todos los pecados que hubieran para tenerte conmigo.




-No digas eso…




-Lo haría sin pensarlo dos veces.




-Bill… Eres tan… Tierno.-Besé su nariz y luego su frente.




-Te amo.




-Te amo…




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Aquel día sábado, como todos los sábados, acostumbrábamos venir a este parque y quedarnos hasta el atardecer, mirando la ciudad, sintiendo el aire fresco, conversando sobre cualquier tema, riéndonos a carcajadas, tomándonos fotos ~ cuando (Tu n) se acordaba de traer la cámara, claro está ~, comiendo algo o simplemente sentados en una banca apoyados el uno al otro, como ahora estábamos.




-Tengo hambre…- Se quejó (Tu n).




Mi estómago rugió, reclamando por un poco de comida -Yo también.




-Y si… Vamos por unos helados?




-Está bien…- La heladería quedaba justo al frente de la plaza. Sólo necesitábamos cruzar una calle y estaríamos ahí.




Nos levantamos y tomé su mano, entrelazando nuestros dedos. Caminamos hacia el local y compramos los helados. Ella eligió chocolate y yo vainilla.




Cuando estábamos listos para cruzar la calle nuevamente para volver al parque, el vuelto que me había dado la cajera todavía lo tenía en la mano derecha, complicándome la tarea de disfrutar del mantecado que tenía en la izquierda.




-Vamos Bill! Apresúrate!




-Anda… Ve tú, ya te alcanzo…




-Ok… Te espero- Me guiñó un ojo, sonriendo con dulzura.




Miré mi mano, contando las monedas y luego saqué mi billetera para guardarlas. Mientras estaba en esa labor, una traviesa moneda cayó junto a mis pies. Me incliné para recogerla, pero sentí un escalofrío recorrerme la espalda cuando escuché un fuerte derrape y una colisión. Me levanté sobrecogido, observando que a solo unos metros de mí se encontraba un hombre mirando la parte delantera de su auto, con las manos en la cabeza y temblando; yo aún no podía ver, ya que justo un auto se estacionó delante de mí.




Di unos cuantos pasos hacia allá, observando hacia el parque para ver si (Tu n) se encontraba esperándome, pero no podía verla. Pensé que quizás estaba entre el grupo de gente que se reunió donde fue el accidente… Pero cuando llegué al lugar de la colisión… Mi cuerpo se paralizó por completo…












____________________________












Narra (Tu n)




La brillante luz que el sol irradiaba cegaba un poco mi vista. Puse una mano en mi frente prohibiendo que esta llegara directamente a mis ojos. Había grandes árboles y mucho pasto alrededor, ni un solo alma desde mi punto de vista… Estaba muy asustada… Además el silencio era perturbador… No entiendo que está pasando.




Volteé hacia atrás y pude divisar que había gente entrando en aquel parque. Me alegré de ver a alguien más que a mí. Pero era gente vestida de… Negro?




Miré mi cuerpo, divisando que aún vestía la ropa que me había puesto en la mañana cuando Bill… Un momento… Bill? Donde estaba Bill? Que mierda ocurría aquí? Dirigí mi mirada nuevamente hacia el gentío que seguía entrando por la entrada de aquel hermoso parque.




Estaba tan desorientada que no supe que hacer, más que caminar hacia ellos, pero pisé algo que hizo detenerme… Sarah Mann 1987-2006… Miré hacia mi lado derecho observando otras tantas de esas placas con nombres inscritos en ellas.




No era un parque… Era un cementerio.




Ya no caminé hacia la gente… Ahora corrí lo más que pude para alcanzarlos. Estaba histérico… Bill no estaba conmigo, no sabía qué hacía allí… Mi corazón comenzó a bombear cada vez más rápido, por un momento pensé que se me saldría del pecho…




A medida que me acercaba, podía escuchar sollozos y llantos afligidos. Me adelanté a ellos, pudiendo divisar a Bill, dándome la espalda. Me alegré mucho de haberlo encontrado, mi ritmo cardiaco se desaceleró de inmediato. Ya no me sentía tan solo.




-Bill!- Le grité desde la distancia. No me escuchó… – Veterano!- Sonreí al molestarlo, pues sabía que no le gustaba que lo llamara así. Pero seguía sin escucharme.-Bill!-Grité aún más fuerte y para mi suerte volteó. Sonreí… Pero esta se fue deformando cuando daba los últimos pasos hasta llegar hasta él.




Lágrimas brotaban de sus ojos y recorrían sus mejillas-Bill?… Qué ocurre?- Esperé su respuesta, mirándolo directamente a los ojos, pero de improviso una mujer se me adelantó y lo abrazó. Bill escondió su rostro en su hombro.




Quise preguntarle qué pasaba, pero cada vez más gente se reunía a su alrededor a decirle palabras de consuelo que yo no podía escuchar. ¿Acaso su madre había muerto? Dios, y yo ni enterada! Que desconsiderada soy…




Decidí hacerme a un lado y esperar mi turno para consolarlo. Di unos cuantos pasos alrededor del féretro y me incliné hacia él para ver el cuerpo que yo creía era el de mi suegra.




Mi mente se bloqueó y mi respiración cesó por incontables minutos, los suficientes como para no darme cuenta que Bill ya estaba solo y la gente se había ido. En realidad… Si me había dado cuenta, pero mi cuerpo no respondía. Era como si te inyectaran anestesia en todo el cuerpo y por más que hicieras el intento de moverte, no habría resultado.




Miré mis manos y luego al féretro una y otra vez, intentando comprender lo que estaba pasando, pero… No pude más.




Los sollozos de Bill llegaron nuevamente a mis oídos, volviéndome a la realidad ~ si es que se podía decir “realidad” ~, su cabizbajo cuerpo no hacía más que temblar y permaneció con los ojos cerrados por un tiempo.




-Bill… Di que puedes verme-Dije con voz demandante, ocultando el nudo que se formaba en mi garganta. Bill… Sólo lloraba.-Bill! Responde! Se que me oyes…- Necesitaba que me escuchara, que supiera que estaba a su lado, que estaba viva, que aún respiraba, que mi corazón seguía latiendo por él como la primera vez que lo vi, que no había… Muerto…-Bill… Me e-escuchas verdad amor? Yo sé que si… Bill, por favor responde, joder!- En que momento dejé de respirar? En qué momento me desvié del hermoso camino de la vida? En qué momento me separaron de ti, Bill, que no me di cuenta?




Pronto sentí caer las gotitas de agua salada de mis ojos y me dejé caer de rodillas sobre el pasto; lloré hasta quedar, literalmente, vacía, con un profundo dolor que recorría mis entrañas… Y es que qué más podía yo hacer? Ya no contaba como persona en este mundo… Y de algún modo me sentí complacida de poder llorar, ya que siempre pensé que las personas como yo no podían hacer cosas como estas… Pero ya nada importa.




-Quien diría que terminaría solo… -Su rostro estaba demacrado. Y me sentía culpable. Como no? Si yo era la culpable de su dolor? El ser que más lo ama en su mundo y en el mío ahora lo hacía sufrir- Y todo fue mi culpa…




-No digas eso Bill…




-No debí dejarte sola, sabes?




-Mi amor… No es tu cul…




-Si tan solo pudiera decirte cuanto te amo una vez más…




-Dímelo amor, estoy aquí, a tu lado… Aún lo estoy…- Me acerqué a su cuerpo, sintiéndome tan desgraciada. Lo tenía a tan poca distancia, pero no podía sentirlo… No podría sentirlo nunca más, no podría besarlo nunca más, no podríamos disfrutar esos momentos donde existíamos solo nosotros… Nunca más.




-Y lo peor de todo es que yo no pude hacer nada para impedirlo…




-No te sientas culpable por favor Bill, no sufras más…




-Espero que estés bien en el cielo… Y que pienses en mí, porque yo lo haré cada puto día por el resto de mi miserable vida.- Me incliné para abrazarlo, consolarlo y decirle que estaba escuchando cada una de sus palabras, pero había olvidado que ya no podía hacerlo y caí sobre el suelo traspasando su cuerpo. Joder, que impotencia!












-Joder Bill… si supieras que no estoy donde tú crees. Si supieras que estoy a tu lado y no puedo hacer más que mirarte…-Encogí mis piernas, acurrucándolas contra mi pecho. Algunas lágrimas cayeron sobre mis manos. Miré hacia el cielo, que ya se estaba oscureciendo.-Se hace tarde Bill… Vete a casa… Descansa…- La verdad es que me sentía muy confundida y frustrada y lo menos que quería era que se fuera, pero no podía hacer que se quedara a la intemperie.




De todos modos… No escucharía mi súplica.




-Me gustaría quedarme junto a ti, pero….- Dijo mientras se levantaba del suelo en donde estaba arrodillado- Mi cuerpo me pide un descanso… Prometo venir cada día. Lo juro.-Por un instante pensé que se había conectado con mi mente. Pero… Que digo? Eso es imposible.




Sacudió un poco su ropa y comenzó a caminar hacia la salida de aquel lugar tan lúgubre. A paso lento… Evidenciando que no quería hacerlo.




-Te amo- Dije cuando él había dado seis pasos ya, sabiendo que no me escucharía, ni siquiera aunque gritara. Pero sólo quería hacerlo… Mi corazón me decía que lo hiciera.




Se detuvo y volteó con una expresión de confusión plasmada en su semblante. ¿Bill? Me había por fin escuchado? Una pequeña llama de ilusión se encendió en mí.




-T-te amo… Te amo (Tu n)-Esas fueron sus últimas palabras antes de irse. La ilusión fue desechada en una lágrima…




Volví a mi posición anterior y oculté mi cabeza entre mis piernas. Todo se volvió negro…




__________________________________________












Día a día Bill venía a visitarme, como había prometido. Algunas veces me contaba lo que le había pasado en el día o simplemente me acompañaba en silencio, no era necesario transmitir palabras, pues nuestros corazones se comunicaban como si tuvieran su propia alma… Sin embargo, independiente de la forma en que ‘hablábamos’, terminábamos en sollozos. Ninguno de los dos podíamos acostumbrarnos a la idea de estar sin el otro.












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Pasaban las horas, los días y los meses. Hacía cinco años desde mi muerte.




Las visitas de Bill fueron constantes hasta los dos años, pero luego… Iba ausentándose un día, después dos, tres, cuatro y así hasta ahora, que no lo he visto hace más de seis meses. Me ha abandonado, se ha despreocupado de mi sepultura, ya no quedan flores… Sólo hojas ya marchitas y secas de ellas. Y no sólo él. Mi familia ha desaparecido y mis amigos ya se habrán conseguido algún otro amigo que me reemplace… Me sentía más sola que nunca.




¿Realmente tú también me habrás olvidado Bill? Sé que no puedes sentirte obligado a venir, pero no logro evitar sentirme abandonado. Me duele que seas tú el que me haya dejado…












Estaba sentada, meditando, poniendo excusas ~ que yo sabía que eran falsas ~ a la ausencia de mi familia. Sintiendo el aire fresco de la tarde. Cuando de repente veo un cuerpo que se dirigía hacia donde yo me encontraba. Avanzando con esa forma de caminar tan llamativa. Vistiendo pantalones un poco anchos y una camiseta a la talla…




Era Bill.




Me levanté rápidamente, como dándole la bienvenida.




-Hola Billy. Tanto tiempo.




-Hola (Tu n)…- Saludó al llegar. Se inclinó sobre sus rodillas y dio un suspiro hondo. Se tomó unos minutos y luego comenzó a hablar… -Sé que te preguntarás que ha pasado en todo este tiempo… Y es por eso que he venido hoy.




-Sabes muy bien… Te he extrañado mucho…




-No me he olvidado de ti si eso es lo que piensas… Al contrario… No hay día que no piense en ti.-Dijo mientras tocaba la placa donde estaba inscrito mi nombre.




-Sabía que no me habías olvidado, cariño.




-Pero… Bueno, sé que es inoportuno hablar de esto ahora, pero… Recuerdas que te había dicho que iría a una fiesta?




-Sí, aunque eso fue hace más de seis meses…




-Bueno, fui… Y cambió mi vida para siempre…




-Qué? Qué pasó?- Espero que no haya sido algo malo…




Inclinó su cabeza y luego la incorporó, con una expresión seria.- Tu partida no fue tan difícil después de eso, sabes? Ella logró ayudarme a salir adelante…- Lo último lo dijo tan despacio que casi fue inaudible… Pero aun así, pude oír ese ‘ella’.




- Una amiga Bill? Cómo no lo habías dicho antes!- Aunque no fuera evidente, me alegraba el que encontrase una persona que lo apoyara.




- Y, bueno… Yo…- Suspiró una vez más- Está bien… Lo diré antes de que me arrepienta… He venido aquí no como una nueva bienvenida después de mucho tiempo, sino que como una despedida…




-De que hablas Bill?




-Esa chica me ha ayudado en todo sentido, ella fue la responsable de mi superación. Todo se lo debo a ella (Tu n)… Y durante estos meses que no he venido, he tratado de rehacer mi vida. Superar la tristeza y… Vivir.- Cada cosa que me decía no podía creerlo… Fue una noticia que no me esperaba. Pero aún no entendía esa ‘despedida’…- Siempre te tuve en mi cabeza… Jamás le abandonaste y no puedo negar que lloraba las noches, rogando tu regreso inútilmente. Pero ya no quiero que me esperes más, porque no volveré. – Casi pude el ligero crack que hizo mi corazón al escuchar la confesión de Bill. ¿Por qué me decía esto? No pude hacer más que escuchar y llorar… Porque esta vez sí me dejaría… -Siempre pertenecerás a mi corazón, pero el venir aquí me está carcomiendo por dentro. Si lo sigo haciendo no seguiré con la vida que me queda por recorrer. Es algo que debo hacer.




-P-pero…




- Tengo que hacerlo por mi familia… Por mí y por mi hijo que viene en camino…




Eso fue la gota que rebasó el vaso… Me dejaba, se iría con otra mujer, tendrían un hijo… Alguna otra cosa más que decir para herirme?




Apenas podía respirar ~ si es que podía hacerlo en este estado ~. No lo creía o más bien, no quería creerlo… No quería…




- Te quiero (Tu n)… Nunca lo olvides; pero ya no puedo más con esto… Es el momento de despedirnos…- Se levantó y sacudió su ropa igual que el primer día de mi partida. Pero esta vez no sería yo quien se iría…




Hizo una pequeña inclinación con la cabeza y caminó hacia la salida para nunca más volver. Y yo…Yo había muerto nuevamente…




Fin ♥

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